Blas Lacoma Lacambra, un peraltillense que combatió
en la Tercera Guerra Carlista y en la Guerra de Cuba.

Blas Lacoma Lacambra nació en Peraltilla el 2 de febrero de 1854 en el seno de una humilde familia de labradores, en la actual casa Tanasio.  Era hijo de Atanasio Lacoma y Juana Lacambra. 

Cuando llegó a la edad de servir militarmente a la patria, en España, por una Ley de la I República el servicio militar era voluntario y retribuido (esta ley cambiaría en 1876 y volvió a ser obligatorio) y Blas decidió ingresar el ejército. Sus peripecias militares se desarrollaron en la Tercera Guerra Carlista y en la Guerra de Cuba, dos crueles y enconados conflictos que provocaron miles de bajas.

De la lectura de los informes militares que trajo de su estancia en Cuba y que me fueron facilitados por su familia, he podido resumir sus peripecias militares:

Cuando empezó a servir en el ejército tenía diecinueve años. Uno de los informes del ejército lo describe así: “estatura de 1,50 m, pelo castaño, cejas al pelo, ojos castaños, nariz regular, barba lampiña, boca regular, color bueno, frente espaciosa”.


Blas Lacoma Lacambra

 

El 10 de junio de 1874 ingresó en el Depósito Militar de Zaragoza para pasar el 20 de junio al Batallón Reserva de Alcañiz donde estuvo recibiendo instrucción militar y prestando el servicio de guarnición.  El 10 de julio partió con su Batallón para la ciudad de Alcañiz donde participó en sus primeros combates que fueron los días 13, 14, 15 y 16 de agosto de 1874 contra las fuerzas carlistas defendiendo esa ciudad.  El 14 de septiembre su Batallón formando parte de la columna que mandaba el General Pavía marchó en dirección a Morella donde llegaron el día 19.  Participó en la acción armada en La Pobleta el 17 de septiembre y en la del pueblo de Catí el 23 de noviembre, donde las fuerzas del ejército isabelino se enfrentaron con las tropas carlistas.

Estando en Morella fueron sitiados por el ejército carlista desde el 19 de abril hasta el 30 de junio de 1875 cuando la columna del General Martínez Campos llegó para socorrer la ciudad.  Allí en Morella “participó en varios hechos de armas al salir fuera de la plaza para aprovisionarse de leña y de víveres”.

El 1 de julio  marchó con su batallón a San Mateo (Castellón) donde continuó de operaciones hasta finales del año 1875.  El 21 de enero de 1876 partió para el norte de España “destinado al Ejército de la Derecha” (sic).  El 26 de febrero fue destinado a Pamplona y el 9 de marzo a Zaragoza donde quedó de guarnición.

El 6 de abril de 1876 marchó al Distrito de Cataluña llegando el 2 de mayo a Figueras donde permaneció de servicio ordinario.  El 11 de mayo fue destinado junto con su unidad a la persecución del contrabando desde los alrededores de Figueras hasta la frontera francesa.

A finales de octubre de 1876 pasa como sorteado al Ejército de la isla de Cuba. Causó alta en la segunda compañía del Batallón Expedicionario nº 15 en el mes de octubre, incorporándose en la ciudad de Barcelona donde estuvo hasta el día 24 de octubre. Ese día embarcó en el vapor “Francolí” con destino a la isla de Cuba.  El viaje por mar duró hasta el 15 de noviembre, fecha en la que desembarcaron en el puerto de La Habana.

Llegados a Cuba, se alojaron en el Campamento del Príncipe. Su batallón tomó el nombre de Cazadores de Holguín nº 45.  El 21 de noviembre se desplazaron por vía férrea al Departamento de Santa Clara y la zona de San Marcos donde permaneció hasta fin del año 1877.

El 8 de abril de 1878 emprendió la marcha desde Las Bruces hacia Cienfuegos en cuyo puerto embarcó en el vapor “Trinidad” para la ciudad de Santiago de Cuba a la que llegaron el día 15.  Desde allí salieron en columna de operaciones a los puntos de Canto Abajo, Safana y Miranda donde “tuvo fuego con el enemigo haciéndole huir en varias direcciones, destruyéndoles algunos campamentos, quemándoles estancias y bohíos” continuando en dichas operaciones hasta fin del año 1878.

Cuando fue disuelto su batallón (Cazadores de Holguín nº 45) causó alta en el Batallón Cazadores de Borbón nº 26 el 1 de junio incorporándose a él en la ciudad de Palma Soriano.  De allí el 13 de diciembre pasó a Cobre, el 18 a la plaza de Cuba y el día 20 al destacamento de Cayo Damas.

 

En junio de 1879 se disolvió ese Batallón y fue integrado en el Batallón de Talavera.  El 2 de julio pasó a la plaza de Cuba y el 3 embarcó con su Batallón a bordo del Vapor “Mortera” con rumbo a la plaza de Baraeva a donde llegó al día siguiente saliendo a cubrir los destacamentos de la zona.

Tuvo encontronazos armados en los puntos denominados Tabajo, Palmarejo y Hormigal “que le fue tomado al enemigo, atacándoles por ambos costados y desalojándoles”.  También estuvo presente en varias escaramuzas con el enemigo en la zona de Nibujón.

En el mes de febrero de 1879  había solicitado “que le paguen ciento cincuenta pesos por la gratificación de cincuenta pesos anuales a que tiene derecho por haber venido a esta isla”.  Esto nos da una idea del retraso en el pago a los soldados.  Nada menos que tres años.

Le fue concedida dos veces la Cruz Roja sencilla del Mérito Militar, la primera “por su buen comportamiento en las operaciones practicadas sobre las estancias, canales y otros puntos” y la segunda “por su buen comportamiento en el fuego tenido con el enemigo en el punto denominado Hormigal”. 

 

Casa Tanasio en la década de 1950


También le fue concedida la medalla conmemorativa de la Campaña de Cuba “por los servicios prestados en la pasada Campaña de Cuba” del año 1878.

De los informes se desprende también que fue un soldado disciplinado: “este individuo durante su permanencia en el servicio ha observado buena conducta”.

Tal como estipulaba la Ley al regresar a la península se le concedió  una Cruz pensionada de siete pesetas con cincuenta céntimos al mes, vitalicia, por haber combatido en la isla de Cuba.

Se le concedió la licencia absoluta para separarse del servicio y “al haber cumplido el tiempo de su compromiso” el 9 de diciembre de 1878. A pesar de ello, siguió en el ejército hasta noviembre del año 1880.

De vuelta a la península ibérica, desembarcó en el puerto de Cádiz el 11 de diciembre de 1880 y de allí ya marchó hacia su pueblo, Peraltilla donde le esperaba una nueva vida no exenta de estrecheces y miserias propias de aquellos años.

Se casó con Josefa Bitrián Barón (de casa Inacier) y tuvieron nueve hijos: María, Sixta, Antonia, Blasa, Joaquina, José (el futuro heredero de casa Tanasio y padre de José, Miguel, Asunción, Pablo y Blas), Atanasio, Carmen y Blas. La renta vitalicia que le concedió es Estado Español por haber dedicado los mejores años de su vida a combatir en la guerra de Cuba constituyó una parte importante del sustento de su familia. Falleció en Peraltilla el 12 de septiembre de 1935 a los 82 años de edad.


                Eduardo Budiós Tuá
Agosto de 2017